El primer metal nos lo traería un clásico ya. José Luis Abajo "Pirri" el día 22 disputaría la competición de espada se metería en la final de los cuatro mejores. Allí se vería las caras con el egipcio Ahmed Nabil al que no podría derrotar por tan sólo un tocado. Un 15-14 que le haria caer con una medalla de bronce "cuasi"olímpica. La victoria sería para el francés Jean-Michel Lucenay. El 42 del ranking FIE no tendria problema ante el egipcio. La otra medalla de bronce "execuo" volaría hacia Italia de la mano de Enrico Garrozo, 26 del mundo. Volvió a resurgir el Pirri de las grandes citas, el más grande de la esgrima española.
El sable, al día siguiente, nos dejó una grandísima competición, donde brillaría nuestro buque insignia Fernando Casares. Fernando tras una competición de menor nivel que las copas del mundo a las que está acostumbrado entro con fuerza en la final de los 4 mejores, asegurándole así otra medalla de bronce a la delegación española. Cruce complicado el que se avecinaba. El francés Vincent Anstett, hoy día el sablista más en forma del país galo, a sus 31 años se alza en el ranking FIE por delante de ilustres como Pillet, Rousset o Apithy, habiendo alcanzado la final de 16 en 3 pruebas y un bronce en la Copa del Mundo Acrópolis entre las 9 que disputó este año. Pero Fernando ya le había derrotado esta temporada y los presagios eran buenos. Pero no pudo ser. El francés fue como una apisonadora y derrotó al español por un contundente 15-6. Pero en su primera representación "olímpica" Fernando logró un preciado metal que añade a su colección de esta temporada. En la final el francés caería ante el italiano Luigi Samele, que derrotó en semis al francés Bolade Apithy.
Por otro lado las chicas del sable masculino se quedaron a un pasito de las medallas. Nuestra reciente quinta de Europa, Araceli Navarro volvió a tropezar con la misma piedra que le dejó a las puertas de medalla en Zagreb, la griega Vassiliki Vougiouka por 15-11. Por otro lado Sandra Marcos caeria ante la propia Araceli en final de 32 dejándonos así una opción menos de me medalla para lo que han sido unos buenos resultados para la esgrima española en los Juegos del Mediterráneo.
Muy pronto nuestros tiradores tendrán ante sí la prueba del año: El Mundial de Budapest
